Al menos 116 personas murieron en la ciudad de Joplin, en el estado de Missouri, centro oeste de Estados Unidos, por un tornado que "partió en dos la ciudad" aseguraron los bomberos, mientras las autoridades temen que la cantidad de muertos aumente, según informaron medios de prensa locales.
El tornado que afectó el domingo a la tarde a la pequeña ciudad de 50.000 habitantes, causó la destrucción "del 30% de la ciudad, que ya no existe más", dijo el jefe de bomberos, Mitch Randles, mientras en los hospitales regionales se atendían a mas de mil personas con diversas heridas.
El presidente Barack Obama, de gira en Europa, expresó sus condolencias por las víctimas, pidió ser informado constantemente sobre la situación y puso a disposición los servicios de la Protección Civil norteamericana (FEMA) para ayudar a las autoridades locales, informó la Casa Blanca.
El fenómeno climático afectó a miles de viviendas y al hospital St Johns Regional Medical Center, desde donde se evacuaron a un centenar de pacientes, quienes fueron llevados a las calles y asistidos en un campamento imporvisado, consignó la agencia Ansa.
Equipos de rescate con cientos de perros rastrillaban ayer por la mañana la zona reducida a escombros en la parte sur de la ciudad y la policía informó que la situación "empeoró además con varios incendios provocados por fugas de gas", precisó la agencia DPA.
Según las autoridades, alrededor de una tercera parte de la ciudad está reducida a escombros y la senda de destrucción abarca un kilómetro y medio de ancho por diez de largo.
El reverendo Charles Cambpell, otro sobreviviente, calificó el tornado como un "monstruo maligno" que "lentamente" fue devorándolo todo a su paso.
"Primero comenzó un rugido bajo en la distancia que fue aumentando y aumentando de volumen hasta que parecía como que 50 camiones completamente cargados pasaran a más de cien kilómetros por hora delante de nuestra casa", relató el religioso a la CNN.
El desastre se produce menos de un mes después que otra devastadora oleada de hasta 150 tornados arrasara buena parte del sur de Estados Unidos, dejando más de 300 víctimas mortales, sobre todo en el estado de Alabama.
El gobernador de Misuri, Jay Nixon, declaró el estado de emergencia y ordenó el despliegue de la Guardia Nacional y de los equipos de atención médica para ayudar en el rescate de las víctimas.
El impacto directo del tornado en esta ciudad generó "una devastación similar a la que sufrió la localidad de Tuscaloosa, en Alabama, el mes pasado, donde murieron 30 personas", precisó la prensa estadounidense.
El diario local de la ciudad, "Joplin Globe", narra en su página web el aspecto desolado que ha dejado el tornado a su paso, con las calles prácticamente intsranstables por la caída de árboles y postes de la luz.
Muchos de los edificios públicos de la ciudad han resultado gravemente dañados, especialmente dos colegios de educación media y secundaria, así como el hospital regional que quedó prácticamente destruido.
Testigos presenciales aseguraron a los medios locales que el hospital fue golpeado directamente por el tornado y varias de sus alas sufrieron incendios.
Indicaron que hasta el momento "se desconoce el alcance de los daños personales causados, aunque presumen que hay fallecidos en el edificio".
Un cazador de "tornados", Steve Polley, dijo a la cadena CNN que la situación de Joplin "era irreconocible", y que se había producido una "completa devastación".
Las autoridades estiman que unas 2.000 viviendas quedaron destruidas total o parcialmente, mientras que también fueron afectados iglesias y escuelas "Todo está arrasado, los árboles, las casas, todo", contó a la cadena CNN Isaac Duncan, un residente de Joplin, a 215 kilómetros al sur de Kansas City, que logró salvarse al esconderse en el refrigerador de una tienda de comestibles.
Fuente: Heraldo de Aragon
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